El Barcelona derrotó al Rayo Vallecano por 3-1 respondiendo a la victoria por la mínima conquistada por el Atlético dos horas antes. Estas son las claves del partido.
Un partido-trampa
Este se le presentaba al Barcelona como el típico partido trampa en el medio de una serie de encuentros de mucha exigencia. Como le sucedió el pasado año ante el Leganés, en la previa del duelo decisivo ante la Roma. Parecía que hoy el Barça podía llegar a tener un susto luego de la euforia cosechada tras los duelos ante el Madrid la semana pasada. Pero el susto no ha existido. El conjunto catalán ha sabido reaccionar y en eso ha tenido mucha responsabilidad Valverde, que ha estado acertado en los cambios.El Barça ha jugado atrás sin Lenglet; sin Rakitic y Sergi Roberto en el centro del campo y sin Dembélé delante. Umtiti, Artur, Arturo Vidal y Coutinho han ocupado sus puestos. Pero a este Barcelona le ha faltado movilidad. Arthur ha hecho circular el equipo con ganas en los primeros compases del juego, pero ha ido de más a menos hasta que Valverde optó por sustituirlo por Dembélé en el inicio de la segunda mitad. Un cambio acertado, como el de Rakitic por Coutinho.
Dembélé le ha dado otra alegría al juego ofensivo del Barça y Rakitic ha sido determinante en el gol más hermoso de la noche, una combinación con Messi y Luis Suárez que puso al Camp Nou de pie. Pero antes ha llegado el gol de Piqué rematando de cabeza un tiro libre lanzado por Messi. Y el de Messi, de penal, tras una falta clara que ha acabado con un derribo a Semedo dentro del área. Los dos goles del Barça han llegado en momentos decisivos. Poco antes del descanso y al inicio de la segunda mitad.
Objetivo: liquidar la Liga cuanto antes
El Rayo jugó muy ordenado en el Camp Nou y no concedió ninguna facilidad. Tras el 2-1 en contra se lanzo hacia adelante y tuvo un par de ocasiones muy claras para establecer el empate en dos, pero la genial jugada de Rakitic ha permitido a Luis Suárez anotar y dejar el resultado en el definitivo 3-1.Objetivo cumplido, tres puntos y una jornada menos. Valverde y sus jugadores se han propuesto intentar liquidar la Liga cuanto antes -y eso pasa por no fallar ante el Atlético en el Camp Nou- para poder afrontar los cuatro o cinco últimos partidos reservando fuerzas para la Champions League. Pero para llegar a eso hay que ganar los seis que deben jugarse antes.
Arturo Vidal y Coutinho, cara y cruz
El Barça hizo lo justo para ganar debido a que en la cabeza de todos estaba el partido del miércoles ante el Olympique de Lyon. Y ahí sí que se juega mucho el Barça, nada menos que la Champions. Del partido de hoy pocas conclusiones se pueden extraer. Estos hombres vienen de hacer algo maravilloso en sus dos partidos del Bernabéu y afrontan la exigencia de un nuevo reto el miércoles. El partido de hoy había que sacárselo de encima con el menos esfuerzo posible y eso es lo que ha pasado.La nota positiva del partido, Arturo Vidal, que recuperó 19 balones y le encontrado al fin la vuelta a este equipo. Se le ha notado cómodo, integrado y útil. Valverde lo consiguió. Pero con quien está fracasando es con Coutinho. No encuentra la manera de levantar el juego del brasileño. El técnico le da oportunidades, los compañeros lo buscan (Suárez perdió dos goles buscándolo), todos se lo ponen fácil, pero él salta al campo asustado, no termina de soltarse y el Barça echa de menos al Coutinho de la pasada temporada, aquel complemento de Messi que llegaba a donde el argentino no alcanzaba.
El Madrid dormirá hoy a 15 puntos del Barça, pero el Atlético no cede y se mantiene a siete. Ese es el auténtico rival del FC Barcelona en La Liga.
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